Por Marianne Blanco
Una rutina mágica
Una de las rutinas que más disfruto es bañarme y sobre todo lavarme el cabello, meter la cabeza bajo el chorro de agua, cerrar mis ojos y dejar que los chisguetes de agua masajeen mi cuero cabelludo mientras giro el cuello haciendo semicírculos. Me gusta también sentir la espuma, efímera, del shampú entre mis dedos y sobre mi cuero cabelludo así como la sensación de limpieza y frescura después de lavarlo.
Desde chica trataba de imaginar cómo y con qué las personas se lavaban el cabello en la antigüedad. Soy muy curiosa y el día que mi madre me contó que había visto por casa un árbol cuyas semillas se usaban antiguamente para lavarse el cabello e incluso la ropa, le pedí que me llevara a verlo. Recogimos unas pepas oscuras, de más o menos un centímetro y pico de diámetro. En casa las pusimos en un balde con agua y las agitamos hasta que comenzó a salir espuma. ¡Fue mágico! Y claro nos lavamos el cabello y también la ropa. Esa experiencia me maravilló porque tuve la certeza de que podía hacer mis propios cosméticos naturales sin necesitar de insumos raros, costosos ni contaminantes.
No todo lo que brilla es oro
Los envases de champús, de cremas y otros cosméticos brillan en los estantes de los comercios. Al verlos tan atractivos es difícil no caer en la tentación de tocarlos y hasta de abrirlos y olerlos. Pero… La mayoría de ingredientes de shampús y acondicionadores comerciales no nutren el cabello ni el cuero cabelludo, ni los fortalecen, ni los suavizan ni los reparan. Tienen un enorme porcentaje de insumos químicos que presentan riesgos. Son irritantes, venenosos y varios se comportan como hormonas y podrían llevarnos a generar cánceres hormonales, como el de mamas u ovarios. Además también contienen plomo, cadmio, aluminio, níquel y cobre. Como estos no son biodegradables y tienen una vida media larga se acumulan en nuestro organismo y causan enfermedades agudas, crónicas, neurotóxicas, alergénicas y pueden generar defectos congénitos. Pueden también causar alergias, reacciones cutáneas, daños en el hígado y los riñones, las tiroides, el cerebro. La lista de los peligros es larga… y no es una exageración.
No creemos que nos puedan dañar porque sus efectos no se perciben inmediatamente. Pero se acumulan durante muchos años en nuestro organismo e incluso algunos pueden transmitirse de madres a hijos. La creciente cantidad de casos de cáncer y otras enfermedades graves tiene relación con los químicos y metales pesados que están presentes en el agua, la tierra, el aire, en los alimentos, debido a los pesticidas, los detergentes, los jabones, perfumes, shampús y acondicionadores, entre otros.
Pero hay un detalle que hace que la contaminación del ambiente a causa de los shampús y acondicionadores sea aún más grave: estos forman parte de una de las industrias que más emplea plásticos de un solo uso. Tomando en cuenta que los shampús, acondicionadores y jabones son los productos de cuidado personal más usados en la Tierra el impacto es pues fuertísimo.
¿Cómo nace el shampú?
El shampú más antiguo del que se tiene registro es el que hacían los egipcios, quienes se caracterizaban por asearse, oler bien, maquillarse y tener pelucas fabulosas. Era una mezcla de jugo de limón, ceniza, agua y hierbas. Los griegos lo lavaban con agua de flores y aceite de jojoba. En el siglo II d.C. ya se usaba jabón para lavarse la piel y hay documentos que comentan su uso para lavar el cuero cabelludo. Se hacía con ceniza y grasa de animales.
La palabra shampú es una deformación de la palabra india champo, el nombre de un masaje tradicional del cuero cabelludo que se hace con un polvo de plantas trituradas y aceites. Champo significa literalmente: presionar, amasar, masajear. Este masaje, que lograba resultados impresionantes, fue adoptado por muchos ingleses que colonizaron India.
A principios del siglo XIX Sake Dean Mohamed, un indio que emigró a Inglaterra, popularizó este famoso masaje capilar indio, el Champi, en su local de baños de vapor “Mohama”. Allí Mohamed popularizó su técnica de frotado y lavado capilar con agua jabonosa infusionada con varias yerbas que dejaban el cabello limpio brillante y con fresco olor. Mohamed inventó el primer shampú y además, sin proponérselo creó una palabra que sería universal.
Los shampús y acondicionadores sólidos
Muchas personas hace un siglo o poco más se lavaban el cabello con jabones en barra, aunque el resultado no debió ser muy bueno… pero limpiaba. Si bien se afirma que fue la empresa Lush la que por una casualidad creó el primer shampú sólido en los años 70, en los años 50 ya existían shampús sólidos en varios países del mundo. Observa la publicidad en la destacada revista “El Gráfico” de Argentina de 1957 que pongo a continuación. El shampú que promocionan usa los insumos de moda en ese entonces, casi todos químicos salvo un extracto de plantas del Perú, mi país.
En los últimos años el interés de las personas por usar productos más naturales y preservar la salud planetaria y desechar envases de plástico han permitido el crecimiento de shampús y acondicionadores sólidos hechos con insumos naturales y en algunos casos orgánicos.
Es importante que te fijes siempre no solo si los insumos de los shampús, acondicionadores, cremas y otros productos cosméticos son naturales y veganos sino también si usan aceite de palma!!! Los cultivos de palma son los responsables de la desforestación de los bosques ecuatoriales en todo el planeta, un peligro para la salud de nuestro planeta. Este aceite también se usa en productos comestibles!
Qué ofrece Kriya Lab
En el Perú Kriya Lab es una de las marcas pioneras en Perú que fabrica artesanalmente uno por uno shampús y acondicionares sólidos hechos con plantas, flores, macerados, resinas, extractos como el de Maca con interesantísimas cualidades para nuestra salud. Además empleamos aceites extra vírgenes prensados en frío como el de Sacha Inchi, Oliva, o linaza. Los aceites esenciales orgánicos y de grado terapéutico nos acompañan siempre y muchas plantas, raíces y rizomas. Nos encargamos de escoger flores y hojas, cortarlas, secarlas y triturarlas. Pelamos frutas y las secamos a bajas temperaturas por largas horas. Con esto hacemos macerados en aceites Extra Vírgenes, o los trituramos para incluirlos en nuestras pequeñas joyas de bienestar. Este es un proceso artesanal, largo y delicado, pero el resultado bien vale la pena. Si lo que buscas es shampús hechos a mano, uno por uno con ingredientes realmente naturales que incluso podrías comer KRIYA LAB es para ti. Cada uno de nuestros productos es único, no es perfecto, como tú como yo.
Soy estudiosa y amante del Ayurveda, ciencia también milenaria que propone un enfoque holístico y único para cada paciente según su constitución.KRIYA LAB se inspira en las propuestas del Ayurveda para mantener la salud y el equilibrio de nuestro cuerpo. Los shampús, acondicionadores, los jabones y las cremas que creamos están inspiradas en esa filosofía de honrar y respetar la naturaleza y a nosotrxs como parte de esta. Usamos varios insumos de India y otras materias primas naturales para ofrecer productos vivos con sus cualidades activas.
Somos KRIYA LAB un laboratorio artesanal de productos de cosmética natural. KRIYA es una palabra en sánscrito (milenario idioma de India) que significa “limpieza”, Es un nombre perfecto para NUESTRA MISIÓN:
CREAR PRODUCTOS ARTESANALES CON INSUMOS DE EXCELENTE CALIDAD. NUESTRAS CREACIONES SON COMO DELICADAS JOYAS DE BIENESTAR, CADA UNA TRANSMITE LA ENERGÍA DE LAS PLANTAS, DE LOS ACEITES, LAS FLORES O DE LOS FRUTOS Y MINERALES QUE LOS CONFORMAN.
SOMOS UNA OPCIÓN 100% ARTESANAL TE OFRECEMOS UNA EXPERIENCIA MÍSTICA Y MEDITATIVA EN CADA SESIÓN DE TU BAÑO PUES LA ENERGÍA DE CADA COMBINACIÓN DE INSUMOS ALIMENTA Y DESPIERTA NO SOLO TU CUERPO FÍSICO SI NO TAMBIÉN TU MENTE Y TU SER MÁS SUTIL.
Tenemos Shampú ANTICAÍDA (realmente efectivo!!), shampú de MANZANILLA NATURAL, para cabello SECO, para cabello GRASO, para NIÑOS Y BEBES. Hacemos a pedido shampús para problemas específicos como la psoriasis e incluso shampús para perros muy efectivos. También tenemos acondicionadres sòlidos y en crema, serúm para puntas, crema de peinar, jaboneras de madera y más.
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