Encontré en YouTube esta magnífica conferencia del destacado maestro de yoga Iyengar Sri Faeq Biria. Pueden encontrarla en este link: https://www.youtube.com/watch?v=Av5IyfdBLMk&list=LL&index=39 Decidí transcribirla y traducirla al español para compartir sus magníficas enseñanzas con los estudiantes de yoga de habla hispana con la esperanza de expandir la luz del yoga Iyengar a la mayor cantidad de practicantes. Namasté
*Marianne Blanco Dejardin
Patanjali compuso el Yoga como un sistema de 8 miembros que no son graduales. Están Yama y Niyama, que son los principios éticos y morales, que se pueden comparar con los 10 mandamientos. Luego está Asana la postura corporal, después coloca Pranayama y luego Prathyahara, el retraimiento de los sentidos. Después le siguen la concentración, la meditación y finalmente Samadhi. Patanjali insiste en que todas estas vías deberían ser puestas en práctica al mismo tiempo. Sin embargo, en su libro, que es un texto muy conciso y corto, cuando llega a Pranayama el sabio es muy claro: afirma que solo cuando el yogui ha controlado su cuerpo a través de la practica postural, solo entonces estará apto para abordar la práctica de Pranayama. Por eso en las escuelas no enseñamos Pranayama a los principiantes pues los haríamos perder tiempo.
Pranayama no es una práctica respiratoria. Prana es Fuerza Vital y Ayama quiere decir expansión vital: horizontal, en profundidad y circular. ¡Es decir Pranayama quiere decir expansión total del Prana!
Pranayama es pues el arte de expandir, a voluntad, la fuerza vital de la respiración a través de todo su cuerpo. Para lograr eso tenemos que tener un control del cuerpo y para eso necesitamos estar con buena salud, el sistema digestivo debe trabajar bien -esto es muy importante-, los nervios deben estar sanos y la columna vertebral debe estar extremadamente sólida. Por eso Patanjali, el fundador de este sistema de yoga, dice que todos los pasos pueden ser practicados a la vez, juntos, pero en el caso de Pranayama puso una condición irrevocable. Sin embargo mi maestro (B.K.S. Iyengar N.DeT.) creó un método de Pranamaya que permite iniciar al debutante a través de las posturas, colocando al practicante echado y usando elementos. Si enseño Pranayama a alguien cuyo cuerpo no está preparado será hacerle perder el tiempo o incluso malograr sus sistema nervioso y cardíaco.
Los asistentes preguntan al maestro Faeq Biria sobre las diferencias entre el Ashtanga y el Iyengar.
F.B. Responde: Es la misma práctica. Krishnamacharya, el maestro de mi maestro, enseñaba en una etapa ashtanga cuando era maestro de guerreros, niños y jóvenes en el Palacio del Majarajá de Mysore. Por eso les daba esos movimientos muy dinámicos pues los niños y jóvenes aman esos movimientos. A un niño no le puedes enseñar posturas de yoga estáticas, no tiene sentido. Tampoco puedes enseñar a un niño meditación y relajación… tal vez se les puede enseñar visualización… pero relajación es algo innecesario.
El cerebro de los niños es calmo e inocente y poner al chico en estado de relajación es absurdo… o se pone inquieto o se duerme y al final de ese sueño estará estupidizado. Los niños necesitan movimientos rápidos y de preferencia simétricos. Mi maestro sanaba a niños disléxicos con ashtanga yoga.
Le preguntan sobre diferencias entre Ashtanga e Iyengar.
F.B. Responde: El nombre Ashtanga Yoga es tardío. Krishnamacharya nunca llamó a su sistema Ashtanga Yoga. Cuando abre su propio centro en Madras, Chennai, desarrolló un sistema muy distinto al que enseñaba en Mysore: era muy calmo. Mi maestro lo dejó cuando era muy joven. Se dio cuenta de que cuando se practican las posturas por corto tiempo no tienen penetración fisiológica ni energética, sobre todo fisiológica. Para que las asanas tengan una penetración fisiológica hay que mantenerlas por buen tiempo.
Los yoguis comprendieron hace milenios cosas que la ciencia recién descubre. En los tiempos antiguos el tiempo mínimo de permanencia en las posturas era de 3 minutos, incluidas las posturas más difíciles. ¿Y por qué? Porque sabían, por experiencia, que para que una partícula de sangre atraviese todo el cuerpo y llegue al punto de partida se tarda 3 minutos! Mi maestro se dio cuenta de que cuando enseñaba ashtanga yoga a gente que tenía problemas de salud el método era ineficaz, no los ayudaba en nada. Así que practicando se dio cuenta de que los antiguos tenían razón. Y además abrió una dimensión nueva en la práctica de asana: la alineación y la precisión, aportes que pertenecen completamente a B.K.S. Iyengar.
Entonces Ashtanga Yoga e Iyengar Yoga tienen la misma fuente. Lo más importante es no crear diferencias entre escuelas. Lo recomendable es hacer su práctica con sinceridad. Occidente es ahora muy rico: uno puede ir a una escuela de yoga y si no le gusta cambia a otra, y a otra y así constantemente. En la India tradicional no era así. Si uno quería aprender íbamos donde un maestro y nos gustara o no nos callábamos y aprendíamos con él y poníamos en práctica su enseñanza. Porque no importa lo que practiquen, si practican sinceramente eso los llevará hacia la práctica que algún día será la de ustedes. Tal vez no sea la que practicaba con su maestro, o tal vez sí, pero será sincera, regular y disciplinada. No tiene sentido cambiar de profesor como se cambia de camisa.
Estamos siempre atraídos por nuestros sentidos externos y así primero nos atrae un profesor y luego otra…pero ese es el juego de los sentidos . Hay un dicho que dice: “practique sinceramente durante 3 semanas mínimo dos veces x semana y si al cabo de 3 semanas no hay una transformación es porque ha practicado mal, porque le han enseñado mal o está en una mala escuela”.
Preguntan: ¿Cómo es la respiración de la práctica Iyengar?
F.B. Responde: No hay que bloquear la respiración y no hay que usar la barriga.
La postura tiene sus reglas, Patanjali separa el Asana del Pranayama. Las plantea separadamente porque cuando estamos en un estado de estiramiento profundo es imposible profundizar las respiraciones. Si estamos en un estiramiento profundo y buscamos la respiración profunda perdemos la calidad del estiramiento. Esto es un desafío para el practicante. No digo que solo hay que estirar sin respirar y tampoco digo que respiremos sin estirar. Digo que cuando estiramos (el principio del asana es el estiramiento) no podemos ir tan profundamente a la respiración pues la profundidad de la respiración perturba la naturaleza del estiramiento. El desafío del yogui es tratar de ir a una respiración más larga y profunda sin perder la calidad de estiramiento ni la de la estructura del asana: ese es el desafío. Pero al principio la prioridad es la postura. Eso no quiere decir que no respiramos, claro que respiramos pero la prioridad es la postura porque estamos en la práctica de asana, no de Pranayama y son dos prácticas diferentes.
Preguntan diferencias entre Ashtanga e Iyengar en término de beneficios:
F.B. Responde: Cada método beneficia a la persona que lo practica. No se puede decir que un método es malo y otro bueno. Es un error comparar los métodos. Debemos encontrar el método que nos convenga y nos guste. Es una cuestión de amor. Cuando uno ama a una mujer o un hombre no puede compararse con ningún otro u otra.
Preguntan: ¿Se pueden encontrar dos formas de yoga diferentes que se complementen?
F.B. Responde: Los yogas se complementan siempre en el nivel de los vicios. Esto no sucede con un yogui realizado. Todos los maestros que fundaron sus sistemas de yoga crearon métodos absolutamente completos. Eso de coger esto de este método y luego esto del otro y ahora incorporo esto de un tercero es un error. Hay que escoger un método. ¡Hay que ser fuerte para escoger!
Como ahora tenemos una gran posibilidad de elegir uno se apega… A veces me piden hablar del estudio del Sí-mismo y siempre digo que hay que aprender a desapegarse…. Estamos acumulando todo el tiempo, incluyendo en la práctica de yoga. Hay que soltar, dejar ir y volverlo más simple. Hay que escoger y poner de lado lo que no es necesario. Esta pregunta que usted hace es clásica y todos, incluyéndome, hemos pasado por esto… hasta que nos damos cuenta de que cada método es un sistema completo.
Es preciso decir que al inicio al practicante se le permite que investigue y explore, que busque. Es un despertar natural. Se habla mucho de Samadhi como algo tan tan lejano… es verdad que las etapas superiores están muy lejos de alcanzarse… tal vez en un siglo hay un solo ser humano que llega al nivel más alto de Samadhi. Sin embargo el día en el que me digo a mí mismo que tengo que hacer algo, que necesito hacer algo conmigo mismo y me paro, busco y me matriculo en una sala de yoga, ese es el primer día del despertar y el inicio de mi camino de Samadhi. Pero no es recomendable quedarse mucho tiempo en esa etapa.
¿Han escuchado hablar de Rumi? El famoso poeta Sufí. Tenía un método particular de enseñanza: cuando sentía que su alumno estaba listo para su iniciación le proponía hacer un paseo con él. Lo llevaba a una granja fuera de la ciudad. En esta granja extraña el granjero había cavado muchos pozos para buscar agua: había uno de un metro que abandonó porque no encontró agua, luego otro de 4 metros, otro de 3, otro de 5 metros… El terreno estaba lleno de pozos pero ninguno tenía agua. El terreno estaba malogrado y no podían sembrar en él porque estaba lleno de pozos. Rumi les preguntaba a sus alumnos si el terreno les hacía pensar en algo y si el alumno no comprendía el mensaje Rumi sabía que no estaba listo para la iniciación. La explicación es que ese terreno es la vida y los pozos son las diferentes búsquedas que hacemos. Si es un terreno muy duro y difícil y excavamos con persistencia es probable que un día encontremos agua… pero si decidimos cavar aquí, allá y luego probar más allá sin profundizar nunca, el día que encontremos agua no habrá más terrenos para sembrar. La vida pasa muy rápido… se lo puedo asegurar.
Cada siglo llega al mundo un ser excepcional. En el siglo 19 ese ser fue Ramakrishna. El escritor francés Romain Rolland escribió un magnífico libro sobre él que les recomiendo leer. Ramakrishna decía que si supiéramos cuánto tiempo nos toma para nacer como seres humanos no perderíamos ni un segundo de esta vida y trataríamos de alcanzar Moksha o la liberación total en esta vida!
Patanjali fue quien codificó toda la información sobre el yoga. Vivió aproximadamente entre los S. II y IV antes de nuestra era. Fue un gran yogui, un destacado médico y un gramático excelente. Aprovechó sus conocimientos de gramática para poner toda la ciencia del yoga en una forma extraordinaria y precisa. En los Yoga Sutra Patanjali la presenta en pequeñas frases, o Sutras, o hilos conductores, o aforismos. Para que tengan una idea de su empeño en escribir de forma precisa y concisa Patanjali en su obra sobre la gramática del sánscrito dice que no hay mayor placer para un escritor de Sutra que reducir una semivocal de un Sutra. Es decir, el placer que brinda recortar una semivocal de un Sutra era para él algo tan maravilloso como recibir la noticia de que sería padre. Les cuento esto para que tengan una idea de su disposición para hacer su obra extremadamente concisa.
¿Saben? Llevo más de 50 años estudiando los Yoga Sutra que son 194 frases muy cortas y me pregunto si Patanjali los creó todas de golpe o trabajó durante años para escribirlos. El no fue el primero en decodificar la ciencia del yoga y él lo dice. Hubo otros antes. Si leemos los textos antiguos de los Vedas, que tienen 6,000 o 5,000 años vemos que la gente ya practicaba yoga. Lo que hizo Patanjali fue tomar todo el conocimiento del yoga y lo unió de una forma muy concisa y precisa para que quedara para el futuro. Y tuvo razón: todos los alumnos serios de yoga tradicionalmente lo primero que hacían era aprender los Yoga Sutra de memoria. Patanjali codificó su obra en 4 capítulos: el 1ero es para yoguis realizados, es decir para alguien que ya se realizó en otra vida, es decir un verdadero yogui, y que vino a esta Tierra para lograr la libertad final y partir. Son los practicantes intensos.
El segundo capítulo lo dedica a los que no nacieron yoguis pero deciden ir en la dirección del yoga. Este capítulo se compone de 2 partes, la primera es Kriya Yoga, o yoga de la acción: nos explica cómo actuar. Y la 2da parte enseña la metodología del trabajo: ¿quieres convertirte en un yogui y que este sea tu camino de vida? Esta es la metodología de cómo debes actuar. En esta segunda parte del segundo capítulo introduce el Ashtanga Yoga. Entonces el Ashtanga yoga, con todo el respeto por el maestro Pathabi Jois a quien conocí cuando era joven, no es esta práctica de posturas saltando, eso es ashtanga vinyasa. El Ashtanga Yoga de Patanjali son los 8 miembros del yoga, las 8 partes del yoga o como decía B.K.S. Iyengar los 8 pétalos del yoga. Que lamentablemente en Occidente se reduce a Asana y un poquiito de Pranayama y de tanto en tanto un poco de meditación.
Cuando Patanjali definió su metodología de trabajo estableció que la práctica del principiante debe estar basada en 3 elementos: 1. Tapas, una práctica intensa y disciplinada… Pero Tapas es bastante particular como término. Tapas en realidad no quiere decir “práctica disciplinada”, significa “fuego ardiente”, es decir es una práctica intensa que puede purificarnos. 2. Svadyaya: el estudio permanente de uno mismo. Es decir él estima que solo la práctica no basta. Mientras uno practica debe simultáneamente observarse, estudiarse, ver los mecanismos diferentes que se realizan en nosotros para poder comprender dónde empecé, cómo avanzo y hacia dónde voy. A eso le llamó Svadyaya, o estudio permanente de uno mismo. Y finalmente la tercera parte de esta metodología es Ishvara Pranidana, es decir el abono de Sí-mismo al Señor.
Patanjali es muy particular. Al leer su libro uno se da cuenta de que es un hombre de ciencia. Un científico no puede venir a sentarse delante de nosotros, seamos o no creyentes, y decirnos que si queremos obtener la libertad en esta vida debemos creer en un Dios… Entonces ¿cuál sería la diferencia entre el yoga y la religión? ¡El yoga no es una religión! ¿Entonces por qué este hombre, que es un científico, me exige abandonarme a un Dios cuando un científico no puede exigir eso? Yo soy creyente y practicante pero no podemos demostrar la existencia de Dios. El primer maestro que tuve cuando era niño me decía: “mira hace más de 2,000 años que quieren demostrar la existencia de Dios y no lo han logrado…”. ¿Entonces por qué Patanjali viene y nos dice de golpe que hace falta una práctica disciplinada, un estudio permanente de uno mismo y el abandono de sí mismo a un dios personal? Pero cuando observamos atentamente a qué se refiere con el abandono de uno mismo a un dios personal nos damos cuenta de que este es la Consciencia Pura. A cada momento debemos aprender a abandonarnos a la Consciencia Pura que en muchas personas se manifiesta como una creencia religiosa.
SVADYAYA
Me pidieron para esta conferencia hablar de Svadyaya o estudio permanente de uno. Patanjali no fue el único que pensó en eso que él llamó “Estudio permanente de sí mismo”. El filósofo Gurdjieff lo llamó “aprender a recordarse de sí mismo”. Buda lo llamó “consciencia plena”; Jesús decía “volverse más alertas” y Krishnamurti utilizaba la frase “la toma de consciencia permanente”… Es decir es crear una estructura que permita que a cada instante nos podamos observar y ver de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Para comprender esto debemos entender algo muy particular y es que la tradición filosófica de la India no percibe al ser humano como el cuerpo y la mente; la tradición filosófica de India, salvo la escuela filosófica de Chárvaka (escuela de filosofía ateísta. N. De T.), toma al ser humano como un conjunto de 3 componentes: el cuerpo, la mente (que en el mundo Occidental vendría a ser el espíritu con algunas diferencias), y el Sí-mismo o la Consciencia Pura.
Como les dije antes, el término Svadyaya significa el estudio del Sí-mismo. Sin embargo, en los textos más antiguos -es interesante observar esto en el contexto de los textos antiguos- que hablan de Svadyaya curiosamente no hablan de la psicología del estudio del Sí-mismo. En un texto escrito hace 6,000 años, que está en los Vedas considera Svadyaya como: “el aprendizaje, la comprensión y recitación correcta de textos sagrados”. ¿Por qué atribuyeron una tal importancia al estudio de los textos sagrados y por qué esto podría llevarnos al estudio del Sí-mismo?
De hecho en relación al estudio del Sí-mismo, la filosofía del Yoga propone dos métodos y uno de estos está basado en la antigua noción de la comprensión y recitación de los textos sagrados. ¿Por qué? Porque los textos sagrados de todas las religiones estudian la naturaleza del ser humano, la psicología humana, el mecanismo de la mente humana. Y de hecho aprender bien estos textos abre las ventanas de nuestra mente, de nuestra consciencia y nos ayuda a ver claramente. En segundo lugar, la recitación de textos sagrados, de mantras y de cánticos de todas las religiones, cuando es hecha correctamente, crea una forma de silencio interior que calla las manifestaciones del Ego. Y una vez que las manifestaciones del Ego se calman tenemos la posibilidad de ver la luz de la consciencia dentro de nosotros y de no ser perturbados por el juego del Ego. En el fondo, si queremos resumir esto, el estudio de Sí-mismo es una batalla que el Ser humano tiene contra el Ego.
Estamos compuestos de cuerpo, mente y de consciencia pura. El juego del Ego es empujar la consciencia pura hacia el cuerpo y la mente, de pegarla a estos y, como dice Patanjali, la consciencia pura toma “el color” del cuerpo y la mente y actúa según este “color”. Entonces entramos en un juego interminable!! Este juego es excelente para vivir en el mundo. De hecho el mundo real, exterior no puede existir sin el cuerpo y la mente y no podríamos vivir en el mundo, ni hacer que exista el mundo real exterior sin el cuerpo y la mente. Pero al entrar en esa dinámica del Ego que crea esta distorsión al empujar la consciencia para que entre en ese juego de la mente y el cuerpo nos aleja de la Consciencia Pura. Y esta es la razón por la que los textos sagrados introdujeron Svadyaya.
El Bhagavad Gita dice muy claramente que finalmente este juego del Ego crea un dolor permanente en el ser humano y que la batalla de todo ser humano (sea o no un yogui o yoguini) que quiere ir hacia su liberación es conocer este juego del Ego y poder liberarse de él. De una manera más simple, en la filosofía de yoga decimos que hay 6 enemigos permanentes que nos acechan y que están siempre presentes tratando de desviarnos y llevarnos hacia el sufrimiento.
Estos 6 enemigos son: 1. Kama (el deseo), 2. Krodha (la cólera), 3. Lobha (avaricia), 4. Moha (fantasmas), 5. Mada (orgullo), 6. Matsarya (envidia, celos). Estos, según la filosofía yóguica, son los 6 peores enemigos del ser humano, que lo perturban constantemente y que lo empujan a seguir el juego del Ego.
Comparto una historia india con ustedes: Un día unos cazadores entran a una selva profunda y encuentran una leona a la que matan. Esta estaba preñada. Corre huyendo y pare a su cachorro y luego muere en algún lugar de la selva. El cachorrito llora y un pastor que pasaba por allí lo coge y lo lleva con sus ovejas que le dan de lactar. Crece con las cabras, las ovejas, y jugaba con ellas como si fuera uno más. Hablaba la lengua de las ovejas y cabras. En el bosque donde él nació había muchos leones. Un día un par de leones discutían sobre cambiar de lugar para cazar. Uno de ellos le cuenta que había visto al otro lado del acantilado a un pastor que llevaba a pastar unas ovejas y cabras maravillosas y convence al otro león para ir a cazar. Van y de pronto divisan al pastor y sus animales y se sorprenden al ver a un cachorro león entre los animales, que comía como las cabras y ovejas y hablaba su idioma… Sorprendidos, los leones se olvidaron de su cacería y decidieron ir a ver qué pasaba allí. Bajan al valle y todos los animales y el pastor corren escapando de los leones y estos atrapan al cachorro león que, aterrado, suplicaba a los leones para que no lo comieran, que él era una pequeña oveja, que no había hecho mal a nadie y que tuvieran piedad de él porque era huérfano. Los leones se miran y uno de ellos toma al cachorro león del cuello y lo lleva hasta el río donde corría agua limpia y le dice “mira en el reflejo quiénes somos, mira quién eres tú y comprende quién eres”.
Bueno el objetivo de Svadyaya, el estudio de uno mismo, es pues conocernos a nosotros mismos y buscar, trazar e identificarnos con el león que hay dentro de nosotros. Todos tenemos un león extraordinario en nuestro interior, una energía grandiosa que habita dentro pero no somos conscientes de que la tenemos. Y debido a que no somos conscientes somos débiles. Somos seres que tenemos todo pero que no sabemos que lo tenemos todo y por eso somos débiles.
En ocasiones cuando practicamos yoga y al final de nuestra práctica sentimos esa energía increíble, esa confianza, esa sensación positiva única que surge de nuestro interior, no es porque en una hora hemos cambiamos toda nuestra estructura mental, física y de salud. Se trata de que en una hora hemos podido, gracias al milagro del yoga, conectar con esta fuente que está en nuestro interior. Nos hemos transformado por algunos minutos en el león que mora dentro de nosotros.
La práctica del yoga se compone de: Tapas (práctica intensa, que purifica el cuerpo), Svadyaya (ir hacia dentro de nosotros mismos, purifica el habla), e Ishvara Pranidhana (abandono de nosotros al señor o a una deidad personal, que purifica la mente).
Los primeros textos hablan del estudio de Uno mismo, de manera muy hermosa: “Este estudio es la interpretación del conocimiento sagrado, por ende de una fuente de felicidad. La mente del estudiante serio se vuelve estable e independiente de los otros y día a día gana en poder espiritual. Duerme apaciblemente y se convierte en su mejor médico. Controla sus sentidos y se regocija en su alma. Su sabiduría y su gloria se desarrollan y adquiere la capacidad de llevar al mundo a su madurez (esta expresión es excelente, los Vedas usan ese término Lokapacti” que literalmente es: “él logra cocinar el mundo”… es decir llevar el mundo hacia su madurez).
Hay una frase del Bhagavad Gita que dice “ese desapego del contacto consciente con el dolor es llamado yoga”. Es decir el yoga es un método que puede ayudarnos a despegarnos del dolor. Luego dice “este yoga debe ser practicado con la resolución de un corazón inquebrantable que no cae en el desánimo”. Estoy seguro de que esto nos toca profundamente a todos, incluyéndome, pues todos tenemos momentos en los que podemos caer en la desánimo, pero debemos seguir practicando.
Volvemos al tema de los 6 enemigos del practicante: 1. deseo, 2. cólera, 3. avaricia, 4. fantasmas, 5. orgullo, 6. envidia, celos. El texto dice: “La búsqueda del yoga es fútil cuando el vicio irrumpe al interior del ser y lo vuelve operativo.
Para contrarrestarlo propone seis métodos para liberarse de esto a los que llama las seis conquistas: 1. Control de la mente. 2. Control de los sentidos, 3. Resistencia pacífica al sufrimiento. 4. Ausencia de sed. 5. Sabiduría con desprendimiento. 6. Paz con contentamiento.
Según el Bhagavad Gita si bien esta es una práctica en la que debemos comprometernos es necesaria la presencia de un profesor. Incluso da la definición del profesor, del maestro, que puede ayudarnos a ir hacia esa libertad. Dice: “Aprende esto a través de estas 3 condiciones: respetar humildemente, tener espíritu de búsqueda y espíritu de servicio. Los hombres llenos de sabiduría que han visto la Verdad te instruirán en el conocimiento”. Entonces nos brinda el espíritu con el que debemos practicar y el tipo de maestro que debemos buscar para poder practicar el estudio del Sí-mismo.
Ramakrisna y Vivekananda hablan de esto. Vivekananda tenía una forma poderosa de comunicarse… decía “los libros son muchos pero el tiempo es muy corto, así que el secreto para adquirir el conocimiento es aprender a tomar lo que es necesario y ponerlo en práctica”. Para conocer nuestro Sí-Mismo podemos recitar los textos sagrados o bien a través usar la autoreflexión, aprendiendo a observarnos. Pero la tradición yóguica propone cinco etapas evolutivas para la práctica del estudio del Sí-mismo que llamamos Svadyaya.
Etapa 1. Etapa de la investigación: desde dónde empezar, cómo comenzar y hacia dónde ir. Pero hay que tener CUIDADO de que esta etapa no se convierte en la historia de los pozos que les conté al inicio de la charla, es decir que esta etapa no dure toda la vida.
Etapa 2. Savana: aprender a escuchar. Los seres humanos hemos olvidado la noción de escuchar, no escuchamos, decimos que escuchamos pero eso no es así. Cuando alguien nos habla buscamos dos cosas: cómo refutar lo que dice el otro o bien cómo sacar algo mejor que lo que dijo el otro para impresionarlo. Debido a que hemos perdido la práctica de escuchar creamos mucha falta de comprensión y de capacidad de relacionarnos con quienes nos rodean. Así que la segunda etapa de Svayaya es calmarnos y no preocuparnos en captar tanto ni a acumular sino más bien tenemos que buscar aprender a escuchar.
Etapa 3. Re-examen. Cuando nuestra investigación ha terminado y estamos comprometidos con la práctica y creemos que comenzamos a escuchar comenzamos a captar las cosas como son debemos re examinar todo. Esta es una etapa muy difícil. Porque Patanjali indirectamente dice en uno de sus escritos que el ser humano tiene un carácter bastante particular: que admite (para sí mismo) que es malo pero no puede aceptar que haya alguien mejor que él. ¿Y a raíz de esto qué hace? Algo que se ve muy claramente en el mundo político, económico, social, Etiquetar. Apenas sentimos que algo es mejor lo etiquetamos, de ese modo en vez de crecer a la altura de esa persona que nos supera, es decir ser una mejor persona, hacemos lo inverso bajamos al otro y lo etiquetamos negativamente. Por eso esta etapa es muy difícil pero muy importante.
Cada vez que digo que el yoga es doloroso me dicen que soy pesimista. Pero no soy pesimista en absoluto, el yoga sí es un proceso doloroso porque nos sacude permanentemente y así debe ser.
Hicieron una pregunta sobre practicar varios tipos de yoga
F.B Responde: Pero el Yoga es al revés. ¡No se trata de sumar sino de suprimir hasta que lleguemos a lo más simple! Es solo llegando a lo más simple que tenemos la más grande energía. Cuanto más hay, más la energía se disipa, el mental se disipa, la consciencia se disipa. Cuanto menos hay, tenemos más concentración, hay más toma de consciencia y energía. Así que esta tercera etapa del Re-examen es fundamental para aprender a detenernos de tanto en tanto. Esto no es una carrera ni una maratón. Debemos aprender a detenernos y observar: qué estamos haciendo, dónde me encuentro, qué debo desechar, qué me falta!! Si el Re-Examen es exitoso entramos a la cuarta etapa.
Etapa 4: comunión con el Señor: Unión con el Señor. Se llama así porque es el momento en el que las dudas desaparecen. Cuando el Re-Examen es perfecto no hay más dudas, pues estas surgen cuando no hemos reexaminado del todo, cuando no hemos atravesado esa etapa. Cuando hemos Re-Examinado sentimos la presencia de una fuerza superior a la que nos sentimos unidos.
Un día el hombre en sus plegarias le dijo al Señor: “Señor, Dices en todos los textos sagrados que siempre estás, que me proteges y estás siempre conmigo pero no siento nunca tu presencia. ¿Por qué no te presentas cuando estoy en dificultades? La voz del Señor le dijo: “Haré una excepción para que vivas la experiencia. Desde hoy cada vez que camines mira tus pasos y verás los míos junto a los tuyos. Así el hombre cada vez que iba a algún lugar veía unos pasos al costado de los suyos. Tiempo después entró en un estado de meditación profunda y le dijo: “Señor creo que estás haciendo trampa, porque he mirado bien y estás conmigo cuando todo va bien pero cuando las cosas van mal nunca me acompañas. La voz del Señor le dijo: “Sí, porque cuando las cosas van mal yo te cargo”. Cuando entramos a Ishvara Pranidhana estamos sostenidos, protegidos, cargados. Esto nos lleva a la quinta etapa del estudio del Sí-Mismo que es comprender que No somos este cuerpo, que No somos esta mente, que este Cuerpo-mente que tenemos no son objetivos sino instrumentos para llevarnos hacia esa Luz, esa Consciencia Pura que habita dentro de nosotros. Esa es la finalidad de la práctica del yoga, la Visión del Yoga.
En nuestros días cuando viene un alumno a buscarme preguntando por la formación para ser profesor de Yoga me pregunta cuánto tiempo toma, cuánto cuesta… Si esto ocurría en India hace unos años le haría una sola pregunta: Qué deseas? Y su respuesta sería: “Quiero tener la visión del Sí-Mismo.
Para terminar y resumir en una sola frase, el Estudio del Sí-mismo debe ser teórico, práctico pero no es un proceso intelectual si no más bien se acerca a la cualidad meditativa, de exploración. De alguna manera el Estudio del Sí-Mismo es el complemento más importante e indispensable de la búsqueda espiritual.
En uno de los textos antiguos, que tiene mucha información extraordinaria sobre la práctica de yoga, el Vishnu Purana, hay una bella frase con la que quiero terminar: “De Svadyaya debemos proceder a Yoga y de Yoga a Svadyaya. A través de la perfección de Svadyaya y del Yoga el Sí-Mismo supremo se manifiesta. Svadyaya es un ojo a través del cual miramos al Sí-Mismo y muestra la gran importancia del Estudio de Sí-Mismo paralelo a la práctica de Yoga… que es el otro ojo”.
*Marianne Blanco Dejardin
Periodista, escritora y editora. Profesora certificada de Yoga Iyengar.
Lima, Perú.
Blancomarianne21@gmail.com
iG @mariannebcoach
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