Agradecemos profundamente el tiempo y la dedicación que tuvo el maestro Eyal Shifroni para escribir este interesante texto en respuesta a nuestras preguntas. Su primera visita al Perú será una oportunidad de aprendizaje muy valiosa para los practicantes de Yoga IYENGAR. Esta entrevista te permitirá conocer detalles de su trayectoria así como su punto de vista sobre aspectos relacionados a la práctica del método Iyengar que, estamos seguras, aportarán más luz a tu camino.
TRAYECTORIA
Eyal Shifroni nació en octubre de 1954. Estudia y practica yoga desde 1978 y enseña IYENGAR YOGA desde 1985. El destacado maestro dirige el Centro de Yoga Iyengar de Zichron-Ya’akov, en Israel, y realiza talleres de yoga en Israel y en todo el mundo. Tiene un doctorado en Ciencias de la Computación por el Instituto Israelí de Tecnología, Technion, y fue maestro de Ciencias de la Computación en colegios de Israel durante muchos años. Es un maestro de vocación.
Shifroni ha publicado varios libros que ayudan a practicantes de YOGA IYENGAR de todo el planeta en sus estudios y prácticas. Estas publicaciones son guías importantes para alumnos y profesores gracias a la claridad de su abordaje, a su capacidad didáctica, su profundidad y su simplicidad al mismo tiempo. Los libros escritos por Eyal Sifroni son: “A Chair for Yoga – A complete guide to Iyengar Yoga practice with a chair”; “Props for Yoga – A guide to Iyengar Yoga practice with props – I, Standing Asanas”: “Props for Yoga – A guide to Iyengar Yoga practice with props – II, Sitting Asanas and forward extensions” y “Props for Yoga – A guide to Iyengar Yoga practice with props – III, Inverted Asanas”
Actualmente está trabajando en otros volúmenes de la saga “Props for yoga”. También escribe con frecuencia artículos sobre la práctica y la filosofía del yoga y ha traducido dos importantes libros del maestro B.K.S. Iyengar al hebreo: “El árbol del yoga” y “Luz sobre pranayama”. Shifroni es uno de los maestros de Iyengar más antiguos de Israel y trabaja activamente en la IYAI (Iyengar Yoga Association of Israel) en el proceso de certificación y dando cursos de formación a profesores.
EN LA SENDA DEL YOGA
M.U. ¿Cómo llega al camino del yoga?
E.Sh. Desde chico me fascinaron las historias sobre los yoguis y cuando en cuarto grado estudiamos la cultura de India comencé a hacer asanas de yoga e incluso me paré de cabeza cruzando las piernas en Loto (Padmasana). Yo crecí en un remoto Kibbutz (una comunidad agrícola) en Israel, y en los años 60 apenas había información disponible sobre yoga. Sin embargo, en 1976 durante mi servicio militar, encontré el libro “Yoga y Salud”, de Selvarajan Yesudian y Elizabeth Haich (probablemente el primer libro de yoga traducido al hebreo) que tenía muchas fotos de asanas. Así que empecé a practicar posturas de acuerdo a esas fotos. En 1978 al salir de mi servicio militar me mudé a Jerusalem para estudiar matemáticas e informática y lo primero que hice fue buscar dónde aprender yoga y encontré a un par de maestro dotados de la escuela de yoga Sivananda. Desde la primera clase supe que el yoga era mi camino... ¡No tuve ninguna duda! Tal vez esto venga de una vida pasada…
Estudié 4 años con ellos hasta que en 1982 asistí a un curso de formación de profesores en el método Shivananda y escuché el nombre Iyengar por primera vez. En 1982 empecé a estudiar Iyengar Yoga en Jerusalén con Dina Boger, la primera maestra de yoga de Iyengar en Israel. Inmediatamente me di cuenta de la profundidad de este método y quedé impresionado por la precisión técnica y su complejidad. Así que empecé a estudiar con Dina y en 1988 fui por primera vez a estudiar en RIMYI, el instituto de la familia Iyengar en Pune, India. En ese momento estudié directamente bajo la guía de Guruji, el maestro B.K.S. Iyengar.
LA GUÍA DEL MAESTRO B.K.S. IYENGAR
M.U. ¿Cómo resumiría la experiencia de haber estudiado con el maestro Iyengar?
E.Sh. ¡Definitivamente no estaba preparado para esa experiencia! Guruji (como se llama al maestro Iyengar) exigía tanto de nosotros que cuando terminaba la clase yo apenas podía caminar. Solía “arrastrarme” hasta mi cama y caer para dormir unas cuantas horas antes de que pudiera continuar mi actividad. No podía entender realmente todo lo que Guruji decía, pero seguí yendo a Pune cada vez que podía y también estudiaba con los hijos de Guruji, Prashant y Geeta.
Paso a paso llegué a apreciar la profundidad del yoga Iyengar y a comprender el genio de este hombre. Esta práctica ha cambiado mi vida positivamente en todos los niveles: físico, mental, intelectual y espiritual. He ido al RIMYI, en Pune, más de una docena de veces, he participado en muchos talleres con maestros internacionales como Faeq Biria, Birjoo Mehta, Jawahar Bangera y he tomado talleres y seminarios con muchos otros que visitaron Israel. En cada visita a Pune y en cada taller aprendí cosas nuevas.
M.U. ¿Alguna vez sintió que el camino de Iyengar era demasiado exigente, duro o largo?
E. Sh.: No, el yoga es una práctica en la que utilizamos el cuerpo como una herramienta para trabajar en nuestra mente. No es físico, sino que apunta a cultivar nuestra mente y nuestra psique para permitir una transformación en nuestra percepción de la realidad. Siento que Guruji (B.K.S. Iyengar) encontró un camino en el que puedes caminar toda tu vida y ajustarlo de acuerdo a tu edad, tus necesidades y condiciones. Cualquier camino para la realización no es simple ni trivial. Requiere ‘tapas’ (esfuerzo persistente y dedicación), pero las recompensas son enormes. Se vuelve demasiado exigente, demasiado duro o largo, solo si su enfoque es fanático y no has aprendido a disfrutar caminando en el camino. Para mí la práctica diaria nunca es demasiado exigente, al contrario, es una gran alegría, es la mejor parte del día. Me da energía y fuerza para enfrentar las dificultades y desafíos de la vida.
Es cierto que en la práctica del asana (postura) abordamos la rigidez, la dureza y la resistencia del cuerpo, pero esto es solo otro objeto de observación: ¿Cómo reacciono ante esa resistencia? ¿Respeto las necesidades de mi cuerpo o mi ambición de lograr, probar y sobresalir me impulsa a escarificar mi salud y bienestar? En realidad, la mente es más difícil de domesticar que el cuerpo. La mente es más dura y obstinada, y también es inestable y caprichosa.
Esta es la preocupación de Arjuna cuando se queja a su Yoga Guru, krishna: “No veo, oh Mahusudana, cómo este yoga de la ecuanimidad que tú me has enseñado puede ser permanente, porque la mente es verdaderamente voluble. La mente es inconstante, oh Krishna, indómita, obstinada y dominante: refrenarla es tan difícil como refrenar el viento “. Bhagvad-Gita Ch. VI, versículos 33-34.
Y la respuesta del maestro es: “Sin duda, oh Mahabahu (Arjuna), la mente es voluble y difícil de refrenar: sin embargo, oh Kaunteya (Arjuna), puede ser sujeta a control por medio de una práctica constante y por el desapego. Sin el autocontrol, el Yoga es difícil de alcanzar, pero el alma disciplinada puede lograrlo si se esfuerza en ello con los medios apropiados “. Bhagvad-Gita Ch. VI, versículos 35-36.
M.U. ¿Cuáles cree que son las contribuciones más importantes del maestro B.K.S. Iyengar al yoga?
E. Sh.: B.K.S. Iyengar revolucionó completamente la manera en que la gente practica yoga e incluso piensa en yoga. Cuando era un niño en los años 30 del siglo XX, el yoga era una actividad poco respetada. La antigua herencia yóguica fue destruida casi por completo por cientos de años de régimen británico. Iyengar revivió el yoga y le dio un nuevo significado por su énfasis en la correcta alineación y precisión en el desempeño de los asanas. Llevó el yoga por todo el mundo y demostró que los asanas no eran simplemente un culto al cuerpo, sino que podían practicarse como un camino espiritual.
LAS CAUSAS Y LA SABIDURÍA DEL DOLOR
M.U. ¿Qué consejo puede darnos para entender y trascender los dolores que surgen en la práctica? ¿Debe uno acostumbrarse a vivir con dolor? Si es así, ¿Cómo lograrlo o superarlo?
E. Sh.: Esta pregunta es interesante porque las posturas de yoga nos presentan la incomodidad y el dolor y necesitamos saber cómo lidiar con esas sensaciones. El dolor es un término general y como muchos otros términos abarca un espectro importante de sensaciones desagradables en diferentes tonalidades e intensidades. El dolor nos invita a hacer algo de introspección. Iyengar tiene dos refranes relacionados con el dolor: “La filosofía del dolor es conquistarla”. “El dolor viene a guiarte. ¡El dolor es tu Gurú! “. Detrás de estos dichos se despliega una vasta filosofía. Sugieren que el dolor es una parte del yoga y que el yoga no se ocupa sólo de evitar el dolor, aunque el yoga se basa en la No Violencia (‘Ahimsa’, la No violencia, es el primer y el principal principio del yoga). Por lo tanto, el dolor en sí no es necesariamente negativo, pero el dolor que causa lesión sí es negativo. Por lo tanto, se puede agregar la siguiente declaración: “El yoga no consiste en evitar el dolor, sino en prevenir lesiones” . Esto, por supuesto, plantea la pregunta: ¿Cómo podemos discernir entre el tipo de dolor que causa lesión y el tipo de dolor que no?
Cuando el dolor aparece en una postura tendemos a sentir pánico y queremos salir de esta. En cambio, el yoga nos invita a permanecer y observar más lo que sentimos. Hay muchos tipos de sentimientos y sensaciones que se definen como dolor: Existe el “dolor bueno” que emerge de un estiramiento saludable de los músculos. Hay molestias relacionadas con la presión de permanecer en una postura desconocida, en este caso hay una sensación de “apuñalamiento”, un dolor agudo y un dolor sordo. Hay un dolor que desaparece tan pronto como se sale de la postura y hay un dolor que se queda durante días después de la práctica. También existe el tipo de dolor que usted no siente mientras está en la postura, pero llega una vez que salen de esta.
En vez de huir del dolor, tenemos la oportunidad de observar su esencia y discernir exactamente qué es lo que sentimos. El yoga es una práctica destinada a desarrollar la ecuanimidad, es decir, la capacidad de mantener la homeostasis mental interna ante la agitación externa. Por lo tanto, permanecer con el malestar es una práctica importante del yoga: ¿Qué nos sucede cuando sentimos malestar en una postura? ¿Cuál es nuestra reacción? ¿Y si, contrariamente a nuestra inclinación, pudiéramos seguir con la incomodidad respirando y observarla? Estas son preguntas importantes porque en la vida a menudo encontramos incomodidad, dificultad y dolor y estas circunstancias no siempre se pueden cambiar. La pregunta es, ¿podemos mantener nuestra paz interior y estabilidad y actuar correctamente y sabiamente en tales situaciones? Esta es la práctica de desarrollar tolerancia y resiliencia. Sin embargo, por supuesto, no queremos hacernos daño (y la práctica de posturas de yoga ofrece muchas oportunidades de que esto suceda). Las lesiones relacionadas con la práctica podrían resultar de dos razones: falta de sensibilidad y ambición.
En algunos casos cuando queremos practicar una asana determinada nuestro deseo de estar en la postura está en nuestra cabeza pero nuestro cuerpo aún no está listo, en cuyo caso debemos de tener cuidado y consideración por nuestro cuerpo, escuchar su capacidad real y no forzarlo para hacer lo que pretende nuestra mente caprichosa. Esta es la práctica de Ahimsa (Principio de No-Violencia), que es uno de los principios centrales del yoga. Por eso es muy importante diagnosticar el tipo de dolor. Uno de los criterios importantes es si el dolor persiste al salir de la postura. Dicho dolor no suele ser un buen dolor, es decir, es un dolor que puede causar daño. Sin embargo, si el dolor desaparece inmediatamente después de emerger de la postura, es generalmente inofensivo. Cuando el dolor no es del tipo “bueno” podría ser indicativo de una postura desequilibrada o equivocada. También hay un dolor que aparece sólo después de la práctica, a veces al día siguiente, o varios días después. Durante la práctica no sentimos ningún problema, pero aún así, herimos algo. Tal dolor es indicativo de una falta de sensibilidad. El dolor puede ser nuestro maestro espiritual que nos inspira a aprender. La conquista del dolor, por lo tanto, requiere paciencia, observación precisa, tolerancia y discreción. Todas estas cualidades son muy importantes. Una verdadera práctica de yoga es aquella en la que no nos lastimamos, y sin embargo no huimos del dolor.
M.U. ¿La práctica es como una “lucha” entre el cuerpo y la mente, entre el dolor y la incomodidad, entre las limitaciones y el deseo de seguir adelante?
E. SH.: No creo que el término “lucha” describa adecuadamente la experiencia de una buena práctica de equilibrio. Definitivamente hay un esfuerzo en la práctica del yoga, esfuerzo en los niveles físico, mental, emocional e intelectual; Pero este esfuerzo tiene que ser equilibrado por la relajación y dejar ir. Christian Pisano escribe en su libro: “The Hero’s Contemplation”: “Por lo tanto, todo esfuerzo tiene su origen y desaparece en el no esfuerzo. Si la tensión se observa pasivamente, no somos la tensión sino el espacio de donde aparece, se extiende y desaparece … En última instancia, el esfuerzo como intención psicológica debe desaparecer, devorado por la intuición del infinito. En un asana hay acciones que debemos realizar: los músculos están trabajando, tenemos la pose pero, a medida que maduramos en nuestra práctica y nos volvemos más hábiles, aprendemos a equilibrar este esfuerzo con la relajación. En lugar de usar más los músculos trabajamos en el nivel de la piel. Esto cambia nuestra perspectiva: los músculos todavía están trabajando pero en una manera mucho más sutil. Cuando alcances este nivel en tu práctica no hay lucha sino alegría y paz.
LA PRÁCTICA PERSONAL
M.U. ¿Cuál es la importancia y el significado de la práctica personal del yoga?
E. Sh.: Practicar solo en casa desarrolla nuestra autodisciplina y persistencia. En nuestra sociedad ocupada es muy difícil mantener una práctica constante y cotidiana… ¡Pero es aquí donde ocurre la verdadera educación! En nuestra autopráctica nuestras tendencias ocultas levantan la cabeza y vemos cómo nuestras disposiciones de carácter se relacionan con los tres Gunas: Tamas (pereza, pesadez, resistencia al cambio), Rajas, (actividad, dinamismo, inquietud) y Sattva (pureza, serenidad, claridad). Por esta razón, la práctica personal es tan importante. Cuando estamos solos estas tendencias tienden a manifestarse y esto nos da una oportunidad para Svadhayaya (auto-estudio) pues podemos observar estas tendencias y tratar con ellas. Algunos días el Rajas Guna es dominante, por lo que nos sentimos inquietos, impacientes y no estamos satisfechos con nuestro progreso. En estos días solemos dejar el teléfono junto a nosotros mientras practicamos y permitimos que interrumpa nuestro flujo de práctica. Somos susceptibles a las distracciones interminables y encontraremos difícil concentrarnos en la práctica. Así, podemos estudiar nuestra inquietud y agitación. En otros días, el Guna de Tamas es dominante y nos sentimos pesados y perezosos. Es difícil empezar a practicar. También podemos encontrarnos manteniendo una actitud negativa hacia nosotros mismos, nuestro cuerpo o nuestro progreso. También podemos no estar dispuestos a aceptar períodos de dificultad o crisis, etc. Por último, hay días en que el Guna Sattva es dominante y nos sentimos luminosos y enfocados. La práctica avanza sin dificultades, permitiéndonos profundizar.
En nuestra práctica debemos tratar de fortalecer la Sattva. Si al final de la práctica (o clase) nos quedamos sintiendo rajásicos o tamásicos como estábamos al empezar, quiere decir que no logramos el objetivo de la práctica en esa sesión.
SUS LIBROS
M.U. ¿Por qué empezó a escribir libros sobre la práctica de yoga?
E. Sh.: En un momento sentí la necesidad de documentar las muchas maneras en que los ‘props’ (los elementos que se usan en Yoga Iyengar) pueden ser utilizados. Fue una necesidad que surgió de mi práctica y enseñanza, porque me costaba recordar las amplias variaciones que había aprendido los talleres que hice a lo largo de las décadas que llevo estudiando yoga. Al principio documenté estas variaciones y usos de los accesorios para mis propios propósitos. Comencé escribiendo las varias maneras que una silla se puede utilizar en la práctica del asana y luego me di cuenta de que esta información podía ser valiosa para otros profesores y estudiantes e hice un folleto en hebreo. Ya he publicado tres volúmenes en una serie titulada “Props for Yoga” y actualmente estoy escribiendo una nueva edición de “A Chair for Yoga”. Estoy planeando escribir dos volúmenes adicionales de “Props for Yoga” (un cuarto y un quinto) y un libro que se centrará en la práctica con cuerdas “Cuerdas para el Yoga”. Mi último libro “Props for Yoga Volume III” trata sobre asanas invertidas, la familia de asanas que más aprecio. Las inversiones son muy importantes, ¡son el regalo del yoga para la humanidad! ¡Espero que mi amor a las inversiones brille a través de las páginas de este volumen!
¡Estoy contento de poder ayudar a muchos estudiantes de yoga en todo el mundo, de poder publicar libros, viajar y enseñar en diferentes países! Estoy agradecido a todos los profesores con los que he estudiado, ante todo a B.K.S. Iyengar que desarrolló el uso de accesorios para el beneficio de toda la humanidad.
El Maestro Shifroni vendrá a Lima a dar un seminario por primera vez:
Más información:
Más información sobre el maestro Eyal Shifroni: http://eyalshifoni.com
Información sobre el centro de Yoga Iyengar del maestro Eyal Shifroni en Israel: http://www.theiyengaryoga.com/english/
Correo del maestro Eyal Shifroni: eyal@theiyengaryoga.com
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