Hace exactamente un año hice mi primer Vipassana. Es un retiro de meditación de 10 días en el que se aplican las técnicas de meditación que utilizó Budha para alcanzar la liberación. Lógicamente no fui esperando salir del retiro como Budha, pero al menos sí un poquito más liberada y positiva. Lo que más se me quedó grabado fue la palabra ANITCHA, que significa impermanencia. A través de esta palabra entendí que efectivamente todo surge para desaparecer y que debemos tomar el cambio como algo cotidiano en la vida y ajustarnos nosotros a él.
Todo cambia diariamente, a cada minuto, a cada segundo: el tiempo, el clima, procesos químicos y fisiológicos de nuestro cuerpo, nuestros pensamientos, etc. A su vez, todos experimentamos cambios ya sea porque cambiamos de trabajo, intentamos un deporte nuevo, queremos empezar una nueva dieta o nos convertimos en padres, entre mil cosas más. A mi consultorio siempre llegan personas ansiosas por tener una vida saludable o cambiar sus hábitos pero no saben cómo lograrlo, ya que no tienen tiempo. Y aquí relaciono el título de mi artículo: hay que aprender a ajustarnos o acomodarnos a los cambios y no dejar que estos nos perturben.
Les quiero compartir algunos tips que siempre empleo para intentar mantenerme en armonía y procurar tener una alimentación balanceada que no solo nutra a mi cuerpo sino también a mi mente.
- Antes de acostarte escribe en un papel algún objetivo que quieras cumplir el día próximo. Puede ser desde lo más insignificante pero sabes que si dejas pasar más tiempo sin cumplirlo te va a alterar. Al día siguiente cuando lo hayas cumplido marca lo escrito con un resaltador. No sabes lo bien que te sentirás.
- Todas las mañanas al levantarte consume un vaso de agua con el zumo de 2 limones. No solo limpiarás tus riñones sino que alcalinizarás tu sangre. Otra buena opción es mezclar 1 cucharadita de bicarbonato de sodio en una taza de agua.
- Consume siempre frutas y verduras de estación. Tienen más concentración de vitaminas y minerales y en parte puedes evitar que sean transgénicas.
- Intenta que al menos el 80% de tus dieta diaria no provenga de alimentos procesados. Lo más importante al leer la etiqueta nutricional es que el alimento esté libre de preservantes, saborizantes y colorantes químicos.
- Mastica bien los alimentos. Recuerda que el estómago no tiene dientes. Cuanto menos mastiques más lenta será tu digestión y, por lo tanto, se producirán toxinas en tu tracto digestivo.
- Analiza y sé consciente de cuándo tienes hambre y cuándo son simples antojos de comer algo. De esta manera, respetarás el tiempo de digestión de los alimentos ingeridos y, por ende, disminuirás el riesgo de producir toxinas.
- Los aceites vegetales deben ser consumidos crudos o empleados a bajas temperaturas, ya que a altas temperaturas el aceite cambia su estructura química hacia una forma dañina. Lo mejor para cocinar es el aceite de coco o ghee (mantequilla clarificada).
- Un tip muy importante para mantener nuestro peso corporal ligero y por ende nuestra mente es cenar algo liviano y que no sea después de las 7 de la noche. Regla básica del Ayurveda y se los digo por experiencia muy muy efectiva.
- Realiza diariamente estos ejercicios de yoga para mejorar tu sistema digestivo y liberar toxinas fuera dr todo tu organismo. Repite cada secuencia al menos 6 a 7 veces y mantente en cada postura al menos 2 minutos.
Créditos foto: Talía Tijero
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