Visitamos a Angela Bedoya una tarde soleada de la pasada primavera y la encontramos a punto de preparar sus deliciosas barras energéticas en su cocina, un rico laboratorio culinario. Hay por aquí y por allá muchos pomos de vidrio con insumos de diferentes colores y formas, sus etiquetas indican: chía, girasol, castañas, peras, damascos… En un enorme y bello plato de cerámica, cuatro frutos de cacao color sangre llaman la atención. A su lado una máquina circular, alta y de apariencia galáctica destacaba por su rareza. Este es el electrodoméstico más valioso de Angela: su deshidratador, con el que empezó a inventar productos sanos, energéticos y deliciosos.
Por Marianne Blanco / Fotos Macarena Guerra-García
¿Cómo llegas a experimentar con los alimentos para crear tus propios productos?
“Siempre he comido sano y siempre me interesó saber cómo combinar los alimentos para nutrirme mejor. Hace mucho trato de evitar las harinas blancas, el azúcar blanco, la sal refinada… Todo lo nocivo.
Los hijos pueden cambiar nuestra vida llevándonos por caminos insospechados… La primogénita de Angela se volvió vegetariana y esta opción la impulsó a buscar opciones originales para satisfacer los paladares de todos en casa…
“La comida en casa es cada vez más consciente porque mi hija mayor trata de consumir productos naturales, lo más fresco y sano posible. Fue así que comencé deshidratando fruta. Allí ves todos los deshidratados dentro de los macerados de pisco… Es increíble pero todo se puede deshidratar.”
Al levantar la mirada en dirección al alto techo de su cocina encuentro un regalo para los ojos: sobre sus anaqueles una fila larguísima de botellas llenas de líquidos de todos los colores se asoman alargando sus cuellos. En el fondo de las botellas reposan fresas, saucos, trozos de damascos y de piñas…
¿Cuáles son las ventajas de consumir alimentos deshidratados y en qué consiste este proceso?
“Mira sé de personas que tienen problemas de hígado a quienes les recomiendan comer frutas y otros productos deshidratados. El proceso es sencillo. Pones la fruta en las diferentes capas del aparato a 48 grados centígrados durante 7, 8 y en algunos casos por 12 horas. El proceso consiste en quitar el agua a la fruta lo que permite que se intensifiquen sus sabores sin que pierda sus nutrientes. En cambio si tu metes frutas o verduras como berenjenas al horno convencional para deshidratarlos lo más bajo que puedes alcanzar son 100 grados C y allí ya estás quemando nutrientes. Si tú pones la mano en mi deshidratadora no te quema. Es un ventilador de aire caliente.”
Estas frutas deshidratadas son ricas y perfectas para llevar en la cartera, la lonchera, a un campamento, día de campo o playa.
“Lo maravilloso de la fruta deshidratada es que tiene un sabor más intenso. No necesitas refrigerarla y te dura 4 meses”
Empezaste primero a deshidratar y luego usas las frutas deshidratadas para crear otros productos…
“Comienzo con los macerados en pisco. Me doy cuenta de que la fruta deshidratada se macera mucho más rápido. Si tú pones la fruta fresca dentro del pisco demora seis meses en quedar a punto, en cambio cuando introduces la fruta deshidratada inmediatamente comienza a soltar su aroma y su sabor y lo puedes tomar a las horas y es un macerado delicioso de fruta. Fue allí que comencé… Luego hice polvos de las cáscaras de cítricos y otra frutas para mezclarlos con sal de Maras. También he hecho polvos de frutos rojos, como sauco, fresa o arándanos para hacer tés. Incursiono en la barras energéticas cuando veo que mi hija comienza a consumir las comerciales en cantidades fuertes. ¡No solo son carísimas sino que de saludables no tienen nada! Tienen sirope de maíz, que es uno de los endulzantes más dañinos que hay, y cereales reventados (llamados coloquialmente ‘pop’) que ya no tienen nutrientes. Un día conversando con mi profesor de yoga, que es crudivegano, me contó que él hacía sus bolitas energéticas con pasas Goyi activadas y se me ocurrió hacer algo parecido con mis frutas deshidratadas, con los frutos secos, la miel cruda y el aceite de coco que le da brillo y las conserva. Mis barras tienen todo crudo, deshidratado y activado. Activado significa que los frutos secos los remojo y les sale la colita. Luego los seco un poco en la deshidratadora para que eliminar el residuo de agua. Luego con el procesador muelo todo, lo amaso, lo refrigero y cuando ya está duro lo corto.”
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Dato de Angela: “El mejor preservante que existe en el mundo es la miel de abeja. ¡En las tumbas egipcias encontraron miel comestible de 3000 años de antigüedad!”
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Mientras habla con pasión, Angela va introduciendo los ingredientes a su superpicador para comenzar a hacer las masas de sus barras energéticas. Van cayendo semillas de girasol, castañas de Tambopata, moras silvestres, piñas, peras y damascos deshidratados y de pronto el ruido ensordecedor del aparato invade el laboratorio. Estas barras son una de las mejores preparaciones que he probado en los últimos tiempos. Son deliciosas, te dan mucha energía, son sanas y nutritivas y además te sacian por lo menos durante dos horas. Mis preferidas son las de cacao, luego las de higo, moras, fresa, plátano maleño… en realidad todas me encantan. Son perfectas como tetempié para ponerte a hacer una actividad física como montar bici, ir a hacer yoga o al gimnasio.
Tú de hecho estás comiendo cada vez más productos crudos y activados. ¿Cuáles son los cambios más notables que has sentido?
“Hace un año nadie se resfría en esta casa, estamos de buen ánimo, positivos y nuestros intestinos funcionan como un reloj. Creo que lo importante es no privarse de nada, comer con gusto, rico, pero sabiendo que estás cuidando tu máquina, que es la única que tenemos.”
En casa de Angela también preparan un pan integral energético increíble. El que empezó esa aventura fue su esposo pero en vista del aumento de pedidos Angela ya metió las manos en la masa.
¿Debe ser una satisfacción hacer alimentos sanos que tengan tanta acogida no?
“Para mí la gran satisfacción es ver el cambio en las familias que cambiaron el pan blanco por el pan de granos andinos, endulzado con miel cruda, que tiene sal de Maras, coca, etc. El cambio debe ser de a pocos y disfrutando el proceso. Quiero que la gente cercana y con la que me relacione coma mejor, se sienta mejor y que lentamente vaya consumiendo menos procesado y menos cocido. Pero el organismo necesito tiempo para acostumbrarse a comer vivo.
Angela es autodidacta. Todo lo que va creando -las barras energéticas, el pan energético, las increíbles pastas de cúrcuma con kion, ají limo y otros ingredientes- son el resultado de observación, de pruebas, de errores y aciertos. Su amor por la alimentación activa y cruda y su intuición la guían con precisión. Para lograr sus creaciones no ha consultado ni libros, ni blogs ni webs.
¿Cuál es tu siguiente proyecto?
“Hacer caramelos sanos a partir de un puré de frutas sin agua que hago en la deshidratadora y que pasan por otros procesos que estoy investigando. Esto va a generar unos caramelos suaves, como frunas, que al masticarlos brindarán una increíble explosión de sabor.”
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“Hay que consumir lo que está más cerca de tu ciudad. Así cuidamos el planeta porque el producto no tiene que recorrer grandes distancias para llegar a nuestra mesa”
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“Las frutas y verduras chiquitas, no muy lindas en apariencia, son las que menos químicos y pesticidas tienen”
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“Insumos como la quinua o la chía crecen natural y casi salvajemente, así que no gasto en comprar las opciones orgánicas”
Más información: Angela Bedoya: Pedidos al teléfono: 989-335-383. / angelabedoya@yahoo.com
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